Saber de qué manera el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía a través de un proceso metabólico, nos ayuda a comprender la manera como debemos enfocar nuestro entrenamiento y crear estrategias para las carreras. Es por eso por lo que hoy hablaremos del metabolismo del ciclista.
Conocer cómo funciona el metabolismo en el ejercicio es de vital importancia. El trifosfato de adenosina (ATP) es la molécula que media este proceso y a la vez la principal fuente de energía de las células, por consiguiente, es lo que te permite estar en pie o pedalear.
Esta fuerza en el cuerpo generada por la energía se logra cuando el fosfato es convertido en difosfato de adenosina (ADP), la cual está presente en nuestro cuerpo todo el tiempo ya que los procesos metabólicos nunca paran.
Dato curioso: la tasa metabólica basal son la cantidad de calorías mínimas que necesita nuestro cuerpo para sobrevivir lo que varía de persona a persona.
Las unidades básicas de metabolismo son formadas a partir de tres nutrientes esenciales: la glucosa (procedente de los hidratos de carbono); los ácidos grasos o glicerol (que se derivan de las grasas); y finalmente, los aminoácidos (proporcionados por las proteínas).
El metabolismo del ciclista y en general de cualquier persona, tiene dos fases: la anabólica que su función principal es crear células nuevas para lograr formar tejidos y el catabolismo, el cual tiene dos funciones principales: la descomposición de los tejidos corporales que están en reserva y mantener la temperatura corporal.
La alimentación y el metabolismo
Como todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo, el metabolismo no funciona de la misma manera en todas las personas. Hay quienes tengan un proceso metabólico rápido y otros un poco lento.
Y es precisamente en este punto donde la alimentación se vuelve ficha clave ya que a partir de los alimentos que consumamos, podemos ayudar a nuestro cuerpo a realizar de mejor manera todos los procesos y así ver resultados positivos tanto interna como externamente.
Nuestra dieta alimenticia y el metabolismo van de la mano teniendo en cuenta que debemos aprender a conocer y a escuchar nuestro cuerpo. ¿Qué quiere decir esto? Cuando somos adultos y hemos pasado por etapas de alimentación variadas, aprendemos a detectar cuales comidas no le caen muy bien a nuestro sistema digestivo y vamos adquiriendo mejores hábitos alimenticios.
Tu cuerpo agradecerá ese filtro que realizas ya que le quedará mucho más fácil llevar a cabo tanto la absorción de nutrientes como los procesos metabólicos. Sin embargo, no se trata de omitir de nuestra dieta grupos alimenticios, sino sustituir los alimentos que caen pesado a nuestro estómago, por uno de mejor absorción y asimilación.
Teniendo en cuenta lo anterior hay alimentos que si son necesarios controlar si queremos tener un metabolismo óptimo dentro de los que se encuentran: las comidas rápidas, los ultras procesados, las azúcares refinadas y los carbohidratos en cantidades desmedidas.
Todo esto, lo podemos reemplazar por productos frescos, libres de gluten, productos integrales, comida natural, beber bastante agua y hacer ejercicio ya que interfiere directamente en la absorción de los nutrientes y el proceso digestivo.
¿Qué tipo de metabolismo tengo?
Además de llevar una vida ejercitada y comer saludable, para el correcto funcionamiento del cuerpo, es necesario conocer qué tipo de metabolismo tenemos lo que en los deportistas es algo mucho más necesario debido a que influye directamente en el plan de entrenamiento y alimentación.
Muchos de los problemas de salud empiezan cuando omitimos aquellos aspectos de nuestro cuerpo y por ende sobrecargamos el esfuerzo que debe realizar para el procesamiento y quema de grasa y es allí donde no obtenemos los resultados esperados.
-Metabolismo excitado: es el metabolismo que suelen tener los deportistas. Se caracteriza por trabajar de manera acelerada. Para las personas que tienen este metabolismo se recomienda la ingesta de proteínas ya que pueden de manera fácil y rápida digerirlas.
Lo que no es muy recomendable para estas personas, es el consumo habitual de zumos y comidas ligeras, ya que la saciedad no dura por mucho tiempo y van a querer ingerir alimentos de una manera desordenada.
–Metabolismo pasivo: como su nombre lo dice, es un metabolismo más lento el cual le cuesta procesar la comida y sacar de ella los nutrientes necesarios para el funcionamiento del cuerpo. Para poder ayudar a que este proceso sea menos traumático para el cuerpo, se recomienda el consumo de alimentos frescos, ligeros, jugos de frutas o verduras que aporten nutrientes de forma rápida.
Alimentos que ayudan en el metabolismo
Alimentos con fibra como las frutas con cáscara o bagazo ayudan a que el metabolismo mejore ya que retienen agua, aumenta el volumen del estómago y evitan el hambre.
Por otro lado, los alimentos que contienen vitamina Q son muy beneficiosos en el tratamiento de la obesidad ya que influyen directamente en el cerebro y el corazón. Un ejemplo son: los cereales, las vísceras, aceites vegetales poli insaturados, espinacas y sardinas.
Así mismo, el yodo es otro componente que ayuda al buen funcionamiento de la hormona tiroidea y esta, a su vez, tienen inferencia en el proceso metabólico. Dentro de las comidas que se destacan son: la zanahoria, los champiñones, algunos mariscos, el atún, la piña, la leche, el yogur, el huevo y las nueces.
El cromo es un actor fundamentar en este proceso ya que contribuye con la producción de insulina que hace el hígado lo cual aporta energía al cuerpo. Lo podemos encontrar en alimentos como: la carne, el queso, la yema del huevo, el hígado, la levadura de la cerveza y los champiñones.
¿De qué manera acelerar el metabolismo?
Lo primero que debemos tener en cuenta para poder ayudar a acelerar el metabolismo es conocer nuestro cuerpo y saber qué es beneficioso y que no. En este artículo te daremos consejos de cómo hacerlo, sin embargo, deben ser evaluados por un profesional según tu condición.
A continuación, te mostramos cómo ayudar a acelerar tu metabolismo:
- Consume una proteína en cada comida principal: acelera el metabolismo en un 15-30%, en comparación con 5-10% de los carbohidratos y un 0-3% para las grasas. Adicional a ello, evita la ingesta excesiva de otros alimentos ya que produce saciedad.
- Practica entrenamientos de alta intensidad: debido a su exigencia física, este tipo de entrenamientos hace que el cuerpo queme más calorías y este en funcionamiento durante más tiempo lo que ayuda en el proceso metabólico.
- Beber mucha agua fría: según estudios, consumir medio litro de agua durante una hora acelera entre un 10-30% el metabolismo lo que se potencia aún más si es fría ya que el cuerpo quema más calorías para poder calentarla a la temperatura corporal.
- El té verde: dentro de los grandes beneficios que tiene para el cuerpo humano, el té verde acelera el metabolismo entre un 4- 5% y ayuda en la quema de grasa ayudando a convertir la grasa almacenada en ácidos grasos libres.
- Duerme bien: la falta de sueño está directamente relacionada con muchos de los problemas de salud: la obesidad y la diabetes son dos de ellos y una persona con este tipo de enfermedades no puede desarrollar un correcto metabolismo.